¿Por qué la elección debería ser la predeterminada en el DMA? El reloj puede estar corriendo en la capacidad de Google, Apple y otros gigantes tecnológicos para imponer sus aplicaciones de correo electrónico a los usuarios como configuración predeterminada. Si los reguladores de la UE se toman en serio la competencia leal en los mercados digitales, permitir que las personas elijan su propia aplicación de correo electrónico debería ser la nueva configuración predeterminada.
La histórica Ley de Mercados Digitales de la UE llegará a su fase final esta primavera cuando el Parlamento Europeo y los estados miembros acuerden un texto final. En respuesta a las propuestas de la Comisión, el Parlamento votó en diciembre para incluir una prohibición de la configuración predeterminada para los principales servicios en Internet, como el correo electrónico, la búsqueda y los navegadores. Los valores predeterminados bloquean a los consumidores en los servicios de Big Tech y bloquean a los competidores para que no ofrezcan alternativas, muchas de las cuales brindan a los usuarios una mayor privacidad. En lugar de la configuración predeterminada, el Parlamento sugiere que a las personas se les proporcione una pantalla de elección como parte de la configuración del dispositivo que les solicite seleccionar la aplicación que desean de un menú de opciones. Esto hace que la elección sea tan fácil como un solo clic.
Pero ahora la parte difícil. Los equipos de negociación del Parlamento y de los estados miembros de la UE deben ponerse de acuerdo sobre el texto final. El principal negociador del Parlamento, Andreas Schwab, ha declarado que las pantallas de elección son cruciale. Las próximas dos semanas determinarán si los estados miembros de la UE del otro lado de la mesa, encabezados por el secretario de Estado de Francia, Cédric O, aceptan elegir el nuevo valor predeterminado. De lo contrario, este elemento esencial de elección probablemente desaparecerá gracias a la presión de Big Tech, que describe tales opciones como «inconvenientes».
¿Lo que está en juego?
El DMA tiene como objetivo nivelar el campo de juego en los mercados digitales mediante el establecimiento de nuevas reglas para evitar que los guardianes de Big Tech impulsen sus propios servicios y limiten la competencia. Pero a menos que la DMA prohíba a las grandes tecnológicas hacer que sus aplicaciones sean las predeterminadas para los principales servicios en Internet, no brindará opciones reales al consumidor. Y eso significa que la DMA tampoco podría crear una experiencia en Internet mejor y más respetuosa con la privacidad. Fundamentalmente, la DMA debe dar a las personas una opción sobre los valores predeterminados para cumplir su objetivo de abrir los mercados digitales a la competencia, la innovación y mejores estándares de privacidad.
Nuestro correo electrónico es nuestra identidad en la web
La importancia de poder elegir tus propias aplicaciones se vuelve más clara cuando consideras cómo funcionan más allá de un simple servicio. Las cuentas de correo electrónico se han convertido en nuestra identidad en Internet. Es efectivamente el pasaporte digital que usamos para suscribirnos a los servicios, así como un recurso inagotable de datos personales. Según Pew Research, el 92% de los adultos en Internet usan el correo electrónico, y el 61% lo usa a diario. En 2020, 4000 millones de personas usaron el correo electrónico con regularidad, y ese número crecerá a 4600 millones en 2025. Pero, de manera vital, los guardianes como Apple y Google a menudo hacen que acceder al resto de su ecosistema sea increíblemente inconveniente si no se suscribe a su servicio de correo electrónico. Por ejemplo, se requiere una cuenta de Google (que viene automáticamente con una dirección de Gmail) si desea utilizar Google Play Store.
Esto significa que debes someter sus correos electrónicos a las políticas de privacidad de Big Tech. Tus intercambios de correo electrónico constituyen un depósito cada vez mayor de datos muy personales, pero las grandes empresas tecnológicas escanean estos mensajes en busca de palabras clave, historial de compras y otra información confidencial. Big Tech puede salirse con la suya porque no tiene otra opción. Das consentimiento a Big Tech o dejas de usar Internet.
El futuro de Internet debería ser uno en el que las personas puedan elegir fácilmente servicios en Internet que reflejen tus valores y respeten tu privacidad y en el que las empresas compitan por los méritos de su producto, no por el tamaño de su monopolio.
La elección del consumidor puede impulsar este cambio. Cuando se les presenta la opción, las personas eligen la privacidad. Las investigaciones muestran que, por lo general, solo el 5 % de las personas cambia la configuración predeterminada. Por el contrario, cuando Apple reemplazó su configuración de seguimiento predeterminada en el iPhone en 2021 y, en su lugar, les mostró a los usuarios una pantalla de elección que les preguntaba si querían ser rastreados, el 54% de las personas optaron por no serlo.
Todavía tenemos un largo camino por recorrer hacia una Internet más privada. Adoptar la enmienda sobre incumplimientos en la Ley de Mercados Digitales es el primer paso esencial que llevará a todas las empresas tecnológicas, grandes y pequeñas, a la misma línea de partida. A partir de ahí, el pueblo decidirá libremente el resto.